lunes, 3 de agosto de 2009

Dia del Padre

Se van perdiendo en el tiempo mis años,
se van quedando muy lejos,
ya no me lleva mi padre en la mano,
solamente sus consejos.
Viven en mí los recuerdos de niño,
cuando una estrella deseaba,
cómo recuerdo a mi padre,
que con eso sonreía, mientras mi madre miraba.
Años que vienen despacio primero,
con qué lentitud avanzan, cómo quería ser grande,
recuerdo, para no quedarme en casa,
y acompañar a mi padre muy lejos,
tal vez hasta el fin del mundo,
porque mi padre era fuerte, era muy inteligente, era mejor que ninguno.
Hoy ya no quiero que pasen los años, porque mi padre ya está viejo,
se le han cubierto de arrugas sus manos, y de nieve sus cabellos.
Oh, Señor, detén el tiempo, te pido, porque Tú puedes hacerlo,
porque yo en verdad, no entiendo,
Dios mío, por qué se nos va lo bueno.
Cuando se cansen un día tus pasos, yo quiero ser quien los cuide,
mientras tanto dame el brazo, y vamos a ver, a ver qué vas a decirme...

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